LEY DE CONTRATO DE SEGURO
Ley de Contrato de Seguro: Tus derechos como Asegurado
Cuando adquirimos una casa, un vehículo o cualquier otro bien de valor considerable, una de las primeras acciones que llevamos a cabo es la contratación de un seguro. Buscamos esa tranquilidad y protección financiera ante imprevistos, accidentes o cualquier problema que pueda surgir. Pero, ¿comprendemos realmente lo que estamos contratando? ¿Conocemos a fondo nuestros derechos y obligaciones como asegurados?
A menudo, nos encontramos perdidos entre cláusulas y términos técnicos. Este artículo pretende ser una guía clara y concisa que te ayude a navegar por la Ley 50/1980, de Contrato de Seguro, desglosando los puntos más relevantes para que, como asegurado, tengas el conocimiento necesario para tomar decisiones informadas y actuar correctamente en caso de siniestro.
Contratar un Seguro: Fundamentos
El primer paso para comprender tus derechos y obligaciones es entender la naturaleza misma del contrato de seguro. Según el artículo 1 de la Ley de Contrato de Seguro, éste se define como aquel «por el que el asegurador se obliga, mediante el cobro de una prima y para el caso de que se produzca el evento cuyo riesgo es objeto de cobertura a indemnizar, dentro de los límites pactados, el daño producido al asegurado o a satisfacer un capital, una renta u otras prestaciones convenidas».
En esta definición encontramos los cinco elementos esenciales de cualquier seguro:
- Asegurador: La entidad que asume el riesgo y se compromete a indemnizar en caso de siniestro.
- Asegurado: La persona o entidad que está protegida por la póliza.
- Objeto asegurado/Interés asegurable: El bien o interés que está cubierto por el seguro (por ejemplo, una casa, un coche, la salud, etc.).
- Riesgo: El evento futuro e incierto cuya ocurrencia da lugar a la obligación del asegurador de indemnizar.
- Prima: La cantidad de dinero que el tomador del seguro paga al asegurador a cambio de la cobertura.
Es crucial diferenciar entre tomador del seguro y asegurado. El tomador es quien contrata y paga la póliza, y puede ser o no la misma persona que el asegurado. Por ejemplo, un padre puede ser el tomador de un seguro de vida donde él mismo es el asegurado, o donde el asegurado es su hijo.
La Póliza: Tu Documento Clave
La póliza de seguro es el documento contractual que formaliza el acuerdo entre el asegurador y el tomador. Es fundamental que la revises detenidamente, ya que en ella se detallan todos los aspectos relevantes de la cobertura. Como cliente, debes asegurarte de que tu póliza incluya, como mínimo, la siguiente información:
- Identificación de las partes: Nombres y apellidos o denominación social, domicilio del asegurador y del tomador, así como la designación del asegurado y del beneficiario (si lo hubiera).
- Concepto del seguro: Qué se está asegurando (un coche, una casa, responsabilidad civil, etc.).
- Naturaleza del riesgo: Descripción detallada de los riesgos cubiertos, así como las garantías y coberturas específicas. Es vital prestar atención a las exclusiones y limitaciones, las cuales deben estar claramente destacadas tipográficamente.
- Objeto asegurado: Descripción precisa del bien asegurado y su ubicación.
- Suma asegurada: El valor máximo que el asegurador pagará en caso de siniestro.
- Prima: Importe, incluyendo recargos e impuestos, y forma de pago.
- Vencimiento de las primas: Fechas en las que deben pagarse las primas, así como el lugar y la forma de pago.
- Duración del contrato: Fecha de inicio y fin de la cobertura, especificando el día y la hora.
En resumen, la póliza debe definir claramente quién asegura, quién es asegurado, qué se asegura, el valor de lo asegurado, el coste de la prima y la duración del seguro.
El Pago de la Prima: Una Obligación Fundamental
El artículo 14 de la Ley establece que «el tomador del seguro está obligado al pago de la prima en las condiciones estipuladas en la póliza». El incumplimiento de esta obligación puede tener serias consecuencias.
Si la primera prima, o la prima única, no se paga a su vencimiento, el asegurador tiene el derecho de resolver el contrato o exigir el pago por vía ejecutiva. Además, salvo pacto en contrario, si el siniestro ocurre antes del pago de la prima, el asegurador queda liberado de su obligación de indemnizar (artículo 15).
En resumen, estar al corriente del pago de las primas es crucial para mantener la cobertura del seguro.
¿Cómo proceder en caso de Siniestro? Actuación correcta y plazos
Un siniestro es la materialización del riesgo cubierto por la póliza. Cuando esto ocurre, es fundamental saber cómo actuar para garantizar una correcta tramitación y evitar problemas con la aseguradora.
Comunicación Inmediata: El Plazo de 7 Días
El artículo 16 de la Ley establece un plazo máximo de siete días para comunicar el siniestro a la aseguradora, contando desde el momento en que se tuvo conocimiento del mismo. Es importante no demorar esta comunicación y proporcionar «toda clase de informaciones sobre las circunstancias y consecuencias del siniestro».
Minimizar los Daños: Tu Deber como Asegurado
El mismo artículo 16 impone al asegurado la obligación de «emplear los medios a su alcance para aminorar las consecuencias del siniestro». Esto significa que debes tomar medidas razonables para evitar que los daños se agraven. Por ejemplo, si se produce una inundación en tu casa, deberías intentar cerrar la llave de paso del agua o retirar los objetos de valor de la zona afectada.
El incumplimiento de este deber puede tener consecuencias negativas. El asegurador puede reducir la indemnización e incluso denegarla si se demuestra que hubo «mala fe» o «intención de perjudicar o engañar al asegurador».
Peritaje: Determinando el Valor de los Daños
Tras la comunicación del siniestro, si hay acuerdo entre las partes sobre el importe y la forma de la indemnización, el asegurador procederá al pago o a la sustitución del bien dañado. Sin embargo, si no hay acuerdo, entra en juego la figura del perito (artículos 38 y siguientes).
Cada parte designará un perito, quienes intentarán llegar a un acuerdo sobre las causas del siniestro, la valoración de los daños y otros factores relevantes. Si los peritos no se ponen de acuerdo, se nombrará un tercer perito de común acuerdo, cuya decisión será vinculante.
Es importante saber que, como norma general, cada parte paga los honorarios de su perito, y los del tercer perito se reparten a medias. No obstante, si una de las partes ha provocado la necesidad del peritaje por mantener una valoración del daño «manifiestamente desproporcionada», será la responsable de todos los gastos periciales.
Tramitar la Indemnización: Plazos y modalidades
Una vez determinado el alcance de los daños, el asegurador debe proceder a la indemnización. El artículo 18 de la Ley establece que el asegurador «deberá efectuar, dentro de los cuarenta días, a partir de la recepción de la declaración del siniestro, el pago del importe mínimo de lo que el asegurador pueda deber».
Es importante tener en cuenta que este plazo de 40 días es un plazo de pago del mínimo que el asegurador puede deber, y que en la práctica, si el asegurado tiene que facilitar documentación o hay un peritaje, el plazo de indemnización del siniestro será mayor. Este plazo podrá ser superior si, por circunstancias ajenas al asegurador, este no puede cumplir dentro de esos 40 días. Un ejemplo de ello es que el asegurado no facilite a tiempo el presupuesto o factura de reparación, o bien que haya una demora en la restitución del bien por falta de stock o materiales.
Indemnización: Pago o Reposición
La indemnización no tiene por qué ser siempre monetaria. El artículo 40 establece que «cuando la naturaleza del seguro lo permita y el asegurado lo consienta, el asegurador podrá sustituir el pago de la indemnización por la reparación o la reposición del objeto siniestrado». Por ejemplo, en un seguro de hogar, la aseguradora puede optar por reparar los daños causados por una fuga de agua en lugar de pagar una cantidad de dinero al asegurado.
Finalización del Contrato de Seguro: Prórrogas y Oposiciones
Todo contrato de seguro tiene una duración determinada, especificada en la póliza. Es habitual que los seguros se renueven automáticamente por periodos anuales, salvo que una de las partes manifieste su voluntad de no renovar.
El artículo 22 de la Ley regula la oposición a la prórroga. Si el tomador del seguro no desea renovar, debe notificarlo por escrito al asegurador con al menos un mes de antelación a la finalización del periodo en curso. Si es el asegurador quien se opone a la prórroga, el plazo de preaviso es de dos meses.
Es importante tener en cuenta estos plazos para evitar sorpresas y planificar con antelación la contratación de un nuevo seguro si es necesario.
¿Estás satisfecho con tus Contratos de Seguro?
Consulta nuestros productos para saber más:
Ahora que conoces los aspectos clave de la Ley de Contrato de Seguro, es un buen momento para reflexionar sobre tus pólizas actuales. ¿Estás seguro de que te ofrecen la cobertura que necesitas? ¿Comprendes todas las cláusulas y condiciones? ¿Has revisado recientemente las sumas aseguradas y las primas?
Te recomendamos que revises tus contratos de seguro periódicamente y, si tienes dudas, consultes con un profesional del sector, como un corredor de seguros, que te puede asesorar de forma imparcial y ayudarte a encontrar la mejor opción para tus necesidades.
Otros Artículos
En resumen
Para recapitular, estos son los puntos esenciales que debes recordar como asegurado sobre la Ley de Contrato de Seguro:
- Lee detenidamente la póliza y asegúrate de comprender todos los términos y condiciones.
- Presta especial atención a las exclusiones y limitaciones de la cobertura.
- Mantén al día el pago de las primas para evitar la pérdida de cobertura.
- Comunica el siniestro a la aseguradora en el plazo máximo de siete días.
- Colabora con la aseguradora y toma medidas para minimizar los daños.
- Conoce los plazos y procedimientos para la tramitación de la indemnización.
- Respeta los plazos de preaviso para la no renovación del contrato.
Para finalizar
La Ley de Contrato de Seguro establece un marco legal que protege los derechos de los asegurados y regula las obligaciones de las aseguradoras. Conocer esta ley te permite tomar decisiones informadas, actuar correctamente en caso de siniestro y defender tus intereses frente a la aseguradora.
Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad y te anime a profundizar en el conocimiento de tus contratos de seguro. Recuerda que la información es poder, y en el ámbito de los seguros, estar bien informado es la mejor manera de proteger tu patrimonio y tu tranquilidad.
Contáctanos por WhatsApp. En Seguros Marina estamos para atenderte.
Palabras clave SEO:
- Ley de Contrato de Seguro
- Seguro
- Asegurado
- Asegurador
- Póliza
- Prima
- Siniestro
- Indemnización
- Cobertura
- Riesgo
- Exclusiones
- Peritaje
- Tomador del seguro
- Beneficiario
- Derechos del asegurado
Reseñas de nuestros clientes

























